lunes, 4 de agosto de 2014

La Meningitis

La meningitis es una enfermedad, caracterizada por la inflamación de las meninges
 (septingentésimo).

El 80% de las meningitis está causada por virus, entre el 15 y el 20% por bacterias, el resto está originada por intoxicaciones, hongos, medicamentos y otras enfermedades. La meningitis es poco frecuente pero potencialmente letal. Puede afectar al cerebro ocasionando inconsciencia, lesión cerebral y de otros órganos. La meningitis progresa con mucha rapidez, por lo que el diagnóstico y tratamiento precoz es importante para prevenir secuelas severas y la muerte.

Aunque cualquier persona puede contraer meningitis, es una enfermedad especialmente frecuente en niños y personas inmunodeprimidas. Los síntomas más frecuentes son dolor de cabeza, rigidez de la nuca, fiebre, intolerancia anormal a la luz o a los sonidos y trastornos de la consciencia. A menudo, especialmente en niños pequeños, sólo se presentan síntomas inespecíficos, tales como irritabilidad y somnolencia. La existencia de erupciones en la piel, puede indicar una forma particular de meningitis, como la meningococcemia.

La meningitis puede sospecharse por los síntomas, pero se diagnostica con un procedimiento médico llamado punción lumbar, en la que se inserta una aguja especial dentro de la columna vertebral para extraer una muestra de líquido cefalorraquídeo, que rodea al cerebro y la médula espinal.

El tratamiento tiene que ser inmediato, con el uso de antibióticos en el caso de infecciones bacterianas o antivirales en el caso de meningitis virales. En algunos casos se indica la administración de corticoesteroides como la dexametasona para prevenir las secuelas de la inflamación, pues tienden a producir una mejor evolución neurológica.

La meningitis puede potencialmente causar consecuencias serias de larga duración, como sordera, epilepsias, hidrocefalia o déficit cognitivo, en especial en pacientes en quienes el tratamiento se ha demorado. Ciertas vacunas pueden prevenir algunas infecciones bacterianas que causan meningitis.

Historia 

Se ha sugerido que el concepto de la meningitis existió desde los días de Hipócrates, y médicos pre-Renacimiento incluyendo a Avicena.Se le atribuye a Sir Robert Whytt, el médico de Edimburgo, la descripción del término meningitis tuberculosa, en un reporte posmortem que apareció en el año 1768, aunque no se estableció en ese entonces la asociación con la tuberculosis y su microorganismo causal, sino hasta un siglo después.

Por su parte, la meningitis epidémica parece ser un fenómeno relativamente reciente. El primer brote importante se registró en Ginebra en el año 1805. Otras epidemias reportadas en Europa y Estados Unidos se describieron poco después, mientras que el primer reporte de meningitis epidemica en África apareció en el año 1840. Las epidemias africanas resultaron mucho más frecuentes en el siglo XX, comenzando con epidemias que arrasaron con Nigeria y Ghana entre 1905–1908.

El primer reporte de una bacteria específica que cause meningitis fue hecha por el bacteriólogo australiano Anton Weichselbaum, quien en 1887 describió al Meningococcus.11 Los primeros reportes indicaban que la tasa bruta de mortalidad era tremendamente alta, cerca del 90%. Para 1906 se produjo un antisuero extraído de caballos, mejorado por Simon Flexner, un científico estadounidense que disminuyó marcadamente la mortalidad por la enfermedad meningocócica. En 1944, se reportó por primera vez que la penicilina era efectiva combatiendo la meningitis.14 Finalmente, con la producción de la vacuna anti Haemophilus conllevó a una caída notoria en el número de casos de meningitis asociados con esa bacteria,15 y evidencias publicadas en el año 2002 demostraron que el tratamiento con esteroides mejoraba el pronóstico de la meningitis bacteriana.



Factores de Riesgo

La exposición al humo de tabaco ambiental se ha asociado con la meningitis y otras infecciones graves, pero se requieren más estudios para tener conclusiones claras.Los pacientes con sida que tengan antecedentes de ser fumadores, alcohólicos, con infecciones respiratorias altas, en particular otitis media crónica y alérgicos a la penicilina tienen riesgo de presentar meningitis bacteriana.

Algunos tipos de meningitis bacteriana se contagian a través del contacto directo con las secreciones de la boca o garganta de una persona infectada (por ejemplo, al besar). La meningitis no se contagia a través del contacto casual.

Existen otros causantes externos o factores de riesgo, que pueden influir sobre la susceptibilidad de un individuo a contraer meningitis, entre ellos están:

-Edad: en la infancia y niñez temprana o en mayores de 60 años
-Un sistema inmunitario debilitado debido a Infección por VIH u otras condiciones inmunosupresoras como tratamientos prolongados con glucocorticoides, deficiencia del complemento (C1-C4), diabetes mellitus e insuficiencia renal
-Alcoholismo
-Vivir en proximidad cercana con otras personas, como en dormitorios y barracones militares (para la meningitis debido a meningitis meningocócica)
-La disfunción esplénica produce un aumento de la susceptibilidad a meningitis y sepsis, particularmente, neumocócica
-Factores de virulencia del microorganismo, como la presencia de cápsula bacteriana.

Meningitis Viral 

Los virus representan alrededor del 80% o más de las causas de la meningitis, es decir, la más frecuente de las afecciones de la meningitis. Se considera que la meningitis causada por virus es casi siempre benigna y suele curarse sin ningún tratamiento específico. Llegando a tal punto, que la mayoría de las personas alrededor del mundo ha padecido de meningitis viral a lo largo de su vida y no se ha dado cuenta.

Mayormente son infectados por virus no muy conocidos por nombre (enterovirus: virus coxsackie y echovirus, adenovirus, los virus atenuados de algunas vacunas, etc.) o virus muy conocidos (el virus de la gripe, el virus herpes, el de la varicela, el de las paperas, sarampión, etc.) Para este tipo de virus, no se tienen tratamiento (salvo el de la varicela y el del herpes) y tienden a curase solas sin dejar secuelas.

Meningitis por Hongos

La Candida, Histoplasma, Coccidioides y Cryptococcus son algunos hongos que pueden con frecuencia causar meningitis. La mayoría de estos casos de meningitis fúngica ocurre en sujetos que ya tienen una enfermedad que suprime su sistema inmune, tal como pacientes con sida o con cáncer. Por lo general, los hongos que causan meningitis se localizan en el ambiente y se transmiten por vía aérea. La meningitis coccidioidal puede ser mortal si se deja cursar sin tratamiento.

Otras Causas

Las bacterias y los virus no son los únicos causantes de la meningitis, también existen otras afecciones como: bacteria de la tuberculosis, hongos, parásitos, paludismo, etc. Aunque la causa más frecuente sean los microorganismos (virus, bacterias, hongos o parásitos), también puede hablarse de meningitis cuando la inflamación a este nivel se debe a determinadas enfermedades, intoxicaciones, etc. Cabe señalar también que algunas otras bacterias, agentes químicos e, incluso, células tumorales pueden causar meningitis. La encefalitis y el absceso cerebral pueden acompañar a la meningitis como complicación (debido a la extensión de la bacteria a las estructuras cerebrales vecinas).

Los pacientes con fractura de base de cráneo pueden contraer meningitis pues se pone al sistema nervioso central en contacto con bacterias de la nariz y garganta.



Cuadro Clínico 

Los síntomas clásicos de la meningitis se desarrollan entre varias horas o puede tomar entre 1 ó 2 días. Entre ellos están:

-Fiebre: La meningitis viral puede producir fiebre en grado variable; desde casos con escasa (es lo habitual) o nula fiebre, a otros en los que la temperatura puede superar los 39 °C. Las meningitis bacterianas producen, normalmente, fiebres elevadas.
-Dolor de cabeza: La zona posterior de la cabeza es donde se centra el dolor, aunque a veces es generalizada. Sin embargo, existen muchas otras causas de dolor de cabeza: una migraña (jaquecas), un proceso gripal, etc.
-Rigidez de nuca

Cada uno de los signos y síntomas de esta tríada clínica clásica ocurre en más de 90% de los pacientes mayores de 18 meses con meningitis. Cuando se presenta alguno de los tres, se debe estar alerta ante su presencia y consultar al médico cuanto antes. Es importante saber que, puesto que habitualmente el cuadro evoluciona progresivamente, los tres síntomas pueden no estar presentes hasta pasado un tiempo y, así, el diagnóstico se retrase inevitablemente.

Estos síntomas no son los únicos que se pueden presentar, cerca del 75% de los pacientes presentan alteración del estado mental, que puede oscilar desde el letargo hasta el coma. Otros síntomas pueden ser:

-Sarpullido de color rojo o púrpura
-Cianosis (coloración azulada de la piel)
-Náusea y vómitos
-Sensibilidad a los colores brillantes (fotofobia)
-Somnolencia
-Confusión mental
-Convulsiones, presentes entre un 20 y 30% de los casos

Los síntomas anteriores son principalmente para adultos, aunque también se presentan en niños. Sin embargo, en los recién nacidos y niños, los síntomas clásicos son difíciles de detectar. Esto se debe a que muchos síntomas en los niños y en los recién nacidos son poco fiables, por ejemplo, los niños de menos de tres meses de edad que presentan fiebre, normalmente son diagnosticados con meningitis.[cita requerida] Los síntomas incluyen:

-Inactividad
-Fiebre alta inexplicable o cualquier forma de inestabilidad en la temperatura, incluyendo la baja temperatura corporal
-Irritabilidad
-Vómito
-Ictericia (color amarillento de la piel)
-Comer poco o negarse a hacerlo
-Tensión o protuberancias suaves entre los huesos del cráneo
-Dificultad para despertar


A medida que la meningitis bacteriana avanza, los pacientes de todas las edades pueden experimentar ataques de apoplejía.

Tratamiento 

El tratamiento depende en su totalidad cuando se objeta si la meningitis es vírica o bacteriana. Habrá que esperar unos días, mientras va creciendo la bacteria en un medio de cultivo, para poder confirmar el real causante de la meningitis. Mayormente es realizado un tratamiento hospitalario. Cuando se provee de tratamiento inmediatamente, más del 90% de las personas que padecen meningitis bacteriana sobrevive.

Las medidas más frecuentes abordadas en el tratamiento de la meningitis incluyen:

-Antibióticos, fundamentalmente para las meningitis bacterianas, por terapia intravenosa;
-Medidas para reducir la presión intracraneal, como medicamentos corticosteroides tal como la dexametasona, tanto para niños como adultos.Análisis de estudios previos han comprobado que el beneficio de los corticosteroides no son tan significativos como previamente se creía.
-Antipiréticos para reducir la fiebre, de haberla, tales como el acetaminofen, abundantes líquidos y buena ventilación;
-Medidas para prevenir convulsiones incluyendo medicamentos como el fenobarbital o la fenitoína, debido a que las convulsiones aumentan la presión intracraneal (lorazepam 0.1 mg/kg IV con fenitoína 15 mg/kg o fenobarbital 5-10 mg/kg);
-Oxigenoterapia, en casos de dificultad respiratoria, bien sea por una mascarilla, una cánula nasal o por intubación;
-Monitoreo de los fluidos corporales así como los componentes químicos del plasma sanguíneo.

Meningitis viral


Las meningitis virales suelen ser casi siempre benignas y no existe, para ellas, ningún tratamiento específico salvo el sintomático (tratar el dolor de cabeza, la fiebre y los vómitos). Tan solo la meningitis por varicela o herpes tienen un tratamiento concreto con medicamentos como el aciclovir o la ribavirina.La benignidad de las víricas justifica que algunos niños sean enviados a casa sin precisar ingreso en el hospital.Un niño con una meningitis viral requiere reposo, tomar líquidos abundantes y analgésicos (ibuprofeno o paracetamol).



1 comentario:

  1. Esta información ayudará a todos aquellos que sufren de caso agresivo de meningitis bacteriana (meningitis meningocócica). Mi hijo se enfermó con una infección meningocócica en 2011 y finalmente cayó víctima de shock séptico, y casi murió. El dolor era obviamente insoportable. Nuestro médico le prescribió varios antibióticos pero no parece ser eficaz. El transmite su preocupación y la incomodidad del absceso, pero solíamos decirle que no se preocupe, pero no una mejora hasta que llegué a ponerse en contacto con el Dr. Nelson y hacer un pedido de su medicina herbal que puso fin a su dolor. Ahora está completamente curado, puede ponerse en contacto con él para obtener consejos e información con este correo electrónico: drnelson581@gmail.com

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